Cuándo y Por Qué Consultar

"-¿Qué empuja a la gente a psicoanalizarse? -El miedo. Cuando le pasan cosas, mismo cosas que ha querido, que él no comprende, el hombre tiene miedo. Sufre por no comprender y poco a poco entra en un estado de pánico, es la neurosis… el cuerpo enferma por el temor de estar enfermo, sin estarlo en realidad… el miedo pone cosas bizarras en la cabeza… pensamientos que uno no puede controlar…". Jacques Lacan

Distintos estados de angustia, tristeza, inquietudes, una situación que escapa a nuestra capacidad de resolución, no encontrar una salida o simplemente una pregunta, pueden llevarnos a pensar en acudir a un profesional:

Cuando muy a pesar nuestro nos encontramos repitiendo situaciones no deseadas, hacemos lo posible por evitarlas y pareciera que tomamos todos los recaudos para que aquello no suceda. Sin embargo, nos vemos otra vez en una misma posición, que nada tiene que ver con el placer ni el bienestar, de la cual nos quisiéramos correr.

Cuando en los vínculos los encuentros son desencuentros, cuando no podemos expresarnos vía la palabra, la comunicación se presenta bajo la forma de "corto-circuito" o de "silencio" y lo que circula es el enojo, la diferencia y el malentendido. Como producto, un malestar se entreteje inevitablemente con el resto de nuestros lazos sociales, desplazándose en algunos casos hacia el amor, la familia, los amigos, el trabajo e incluso, pudiendo afectar al propio cuerpo: desde dolencias, enfermedades, inhibiciones, hasta la sexualidad.

Cuando nos sentimos frustrados en relación con los afectos o con nuestros ideales, resultando lo obtenido no ser lo esperado: las metas que no se alcanzan, los ideales que no se logran y la desilusión sentida al esperar recibir algo de alguien que pareciera no querer o poder darlo.

Cuando las pérdidas no pueden ser elaboradas y no es posible generar un espacio para doler por ellas (la muerte de un ser querido, una relación amorosa, un trabajo, una posición económica, entre otras), encontrándonos con la dificultad para aceptar una realidad no deseada y poder armar una nueva.

Cuando nos vemos empujados o atrapados por las ofertas de la sociedad actual y no podemos escapar de ellas, cayendo en "excesos" de diferentes tipos de consumo: adicciones a sustancias, compulsiones, trastornos en relación con la imagen - bulimia y anorexia- , etc.

La dificultad para poner límites de un modo adecuado y los consecuentes desórdenes que esto provoca en las relaciones (parejas, trabajos, amigos o con los propios hijos) también son un motivo por los que podemos consultar y pedir ayuda.

Dichos malestares o interrogantes, como tantas otras vicisitudes de la vida que incomodan o angustian, pueden llevar a un sujeto a la necesidad de encontrar un espacio donde poder ser escuchado.

>> Si desea hacer solicitar una entrevista, haga click aquí

gdfgdfgfg