"Las relaciones más fundamentales que emprendemos están hechas de palabras conversadas y de miradas comunicadas y comunicantes. No podemos llegar a una cierta intimidad con los otros sino a través de conversaciones donde se intercambian proyectos, promesas, confidencias. Y lo que es más importante, no podemos llegar a conocernos a nosotros mismos sin palabras". Ivonne Bordelois
La crianza y el crecimiento de los hijos, las distintas etapas que ellos atraviesan son un permanente desafío para los padres, y traen consigo cambios en la vida familiar, que suelen suceder a gran velocidad y no siempre encuentran a los adultos preparados para poder readaptarse, acompañarlos y guiarlos adecuadamente.
Dificultades en los vínculos entre padres e hijos, así como también las relaciones entre hermanos, pueden ser una fuente de conflictos que necesite de un espacio donde poder desplegar aquello que interfiere la buena comunicación entre los integrantes de una familia. La búsqueda de la armonía familiar en ocasiones se ve afectada por diferencias generacionales que si bien parecen irreconciliables, encuentran en el diálogo la posibilidad de ser aceptadas y respetadas.
Las nuevas modalidades de organización familiar, las denominadas familias ensambladas, también pueden ocasionar choques entre algunos miembros, nuevas situaciones, planteando la necesidad de rearmar todo un funcionamiento que incluya las diferencias y propicie la palabra como principal herramienta constructora de equilibrio.
Peleas conyugales, la decisión de una separación o divorcio, el armado de una nueva pareja o familia, enfermedades y muertes, son situaciones que interrogan acerca de qué se debe comunicar a los hijos, en qué momento, de qué modo, de qué deben participar y de qué no.
La vida como padres puede afectar y dejar en un segundo plano la vida en pareja. A veces es necesario poder ordenar estos lugares, poner límites y respetar intimidades, tanto de los padres como de los hijos.
También suele producirse un reencuentro con la pareja una vez alejados los hijos del hogar familiar; reencuentro que puede ser un 'desencuentro'. Nuevas situaciones que evidencian las pérdidas: "el nido vacío", el cuerpo que ya no es lo que era, la distancia entre ambos, son ocasión de interrogarse -tal vez por primera vez- e intentar reacomodar y reordenar ciertos aspectos de la vida que permitan armar una realidad más acorde al deseo.
En ESPACIO DE ANÁLISIS podemos escuchar éstas y otras situaciones que motiven su consulta y abordarla de diversos modos:
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